211 años del Grito de Independencia. Cada ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!, nos llena de orgullo, nos eriza la piel, pero nos ahoga en los sinsabores de nuestra realidad, una realidad que para muchos sigue colmada de muerte, hambre, de los ¿por qué? sin respuesta; de los “ya no más”.

 

Pese a todo, estamos de pie,  hondeando con fuerza, así como las banderas de México en diversos puntos del planeta;  donde sin duda, se hacen presentes una mujer, un hombre o un niño mexicano, extrañando el olor de sus raíces.

 

Hoy 2021, desde el balcón del Palacio Nacional, los colores de nuestra bandera resplandecen a través de una significativa luminaria, pero el corazón duele y mucho, por los seres que ya no están derivado de la pandemia del Covid-19 que parece no dar tregua; aún así, nos arrancan una sonrisa al recordar cada 15 de septiembre en el que un ¡Viva México!, en familia, sonaba distinto y era desde el alma.

 

Hoy navegamos en un país dividido y dominado por la delincuencia; donde la corrupción se mantiene enraizada, por ser tan profunda y en donde las voces de muchos sectores, aún no tienen eco.

 

Esta noche del 15 de septiembre, el  presidente de México Andrés Manuel López Obrador reiteró la importancia de la honestidad, la libertad, la justicia, la soberanía de nuestra nación y del tesoro que tenemos en las culturas prehispánicas.

 

Esto, fue en un Zócalo que no tuvo más testigos que la noche, el viento y a los millones de mexicanos siguiendo el tradicional Grito de Independencia desde casa, en sus dispositivos móviles, pero sobre todo, desde el corazón.

 

El mundo siente nuestra fuerza y nos reconoce. Nuestros pendientes con México, son muchos, pero tenemos que seguir como soldados de nuestra patria.   

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