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UNA DEMANDA, EXHORTO CON EFECTO ESPEJO
Por Jacqueline León
Tras la línea controversial que surgió en Estados Unidos durante la gestión de Donald Trump, nadie dijo que sería fácil para México reconfigurar la diplomacia bilateral en tiempos de pandemia, y menos aún, cuando la coyuntura en seguridad fronteriza por cruentas actividades como el tráfico de armas, de drogas y la migración, incrementan día con día y segundo a segundo el número de víctimas, aún bajo la nueva era de Joe Biden.
Sí, el demócrata aplica una política inclusiva en el tema migratorio, en especial hacia los latinos; pero esto carece del peso suficiente para dejar de lado lo que el tráfico de armas provoca en tanto en México como en territorio estadounidense.
Hace unos días, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, contó con la participación de Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera. En sesión virtual, el funcionario destacó que “el 70% de las armas con las que nos matamos en México”, provienen de Estados Unidos y “están relacionadas con grupos de delincuencia organizada, tráfico de armas, trata de personas, tráfico de migrantes y relación con grupos políticos.”
Esto ha tenido altos costos para México: “35 mil muertos al año por homicidio doloso” de esa cifra el “…80% es por delincuencia organizada”, y para la contraparte, provoca más de “39 mil muertos”… “y 100 mil por fentanilo (EE.UU).” Incluso, reconoció que la corrupción es otro de los graves problemas que imperan en nuestro país.
Justo sobre ese punto, enfatizó la Asociación Comercial de la Industria de Armas de Estados Unidos (NSSF), para rechazar el 4 de agosto de manera inmediata, la acusación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador en contra 11 empresas que fabrican y venden armas en ese país, y a las cuales, responsabiliza del grado de criminalidad que persiste en México.
La NSSF explicó que todas sus armas son verificadas por organismos como el FBI, y que el problema de fondo está en la incapacidad de México para frenar a la delincuencia organizada, aunado al flagelo de la corrupción.
México señala que el tráfico de armas provenientes de Estados Unidos provoca pérdidas hasta del 5 por ciento en el Producto Interno Bruto, y que ante estos daños, se espera una compensación.
La realidad es que nuestras autoridades tienen otro problema y que es muy serio. Las cifras tan dispersas que existen de una institución a otra, cuando se trata de conocer datos certeros en cuanto a homicidios dolosos, además de que no es un secreto, que muchas de las armas que llegaron a la criminalidad, fueron antes de uso exclusivo del Ejército.
Así que de nueva cuenta, caemos en el punto de que la responsabilidad es compartida. Pese a que no se busca tener un conflicto directo con el gobierno de Joe Biden, sí es importante retomar lo que pasa en nuestro país, y algo que el propio Santiago Nieto recalcó, que “la pandemia implicó un cambio en la construcción del modelo delictivo inclinándose hacia lo cibernético” “…aunado a las 19 organizaciones delictivas de alto impacto que operan en el país”.
“Los grupos delincuenciales no surgen por generación espontánea… debe de combatirse la corrupción política, y como dice el ministro presidente Arturo Zaldívar, la judicial; yo agregaría la ministerial y la policial… ya que en México la impunidad alcanza hasta el 95 por ciento en el Sistema Procesal Acusatorio”.
Pese a este escenario, México continúa como el principal socio comercial de Estados Unidos, así que sólo resta conocer en qué termina la demanda promovida por nuestro país, pero indudablemente la violencia continuará porque la pobreza también va en aumento, afecta ya al 44 por ciento de la población.