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SEGURIDAD Y REALIDAD
México vive en un estado creciente de vulnerabilidad. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de poco más 2 mil 400 municipios que tenemos, 50 registran una amenazante presencia de organizaciones delictivas y de inseguridad en todas sus formas. Esa dinámica, provoca el 47.8% de homicidios dolosos. El propio Centro de Investigación y Docencia Económica, (CIDE) reveló que desde mediados de 2018 a la fecha, suman 12 los cárteles de la droga que operan en el país. La pregunta ahora es si ¿será suficiente destinar 50 mil millones de pesos adicionales a la Guardia Nacional?, como acaba de anunciar desde Veracruz el gobierno federal, o se debe aplicar una total transformación operativa para garantizar resultados; esto independientemente de la decisión de seccionar el territorio en cinco regiones para reducir la violencia a través de diversos programas de "prevención".
Por Jacqueline León
Ante este escenario, pero sin reconocer del todo muchas realidades, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó el 15 de junio pasado, que para el 2023, enviará una reforma constitucional al Congreso para que la Guardia Nacional quede formalmente bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, (Sedena), y no sólo se encargue del control operativo como fue ordenado desde el 6 de octubre de 2020; ya que durante 2019, permaneció bajo la coordinación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Acerca de este tema y otras vertientes Financiero Bloomberg realizó el Foro Estrategia de Seguridad. ¿A dónde nos lleva? Edna Jaime, directora de México Evalúa lamentó que en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no haya funcionado la estrategia: “Abrazos no balazos”. Expuso que con la actual gestión por un momento imaginó que habría una nueva visión en materia de prevención social: “tuve enormes expectativas que se han debilitado mientras la administración transcurre… no podemos estar sin políticas públicas efectivas. No pueden morir 100 mexicanos diariamente en violencia casi atroz. Hoy los programas sociales deberían tener una modificación”.
También agregó: “identificamos a través de un estudio que la Guardia Nacional no está desplegada en los municipios más violentos. ¿Para qué está?, ¿cómo se integra a un modelo de seguridad pública?, ¿cuál es el papel de cada elemento que la integra?”. Empezamos de cero, la Policía Federal tenía problemas, -y el presidente- optó por desaparecerla en vez de aprovechar los mecanismos, lo que ya estaba construido… Pasará mucho tiempo para que la Guardia Nacional madure y se puedan fortalecer las capacidades del Estado.”
En ese sentido, recomendó al presidente de México: “no ser tan ideológico porque se puede derrumbar su legado… su reputación.” Consideró que debe permitir que otros actores participen en el problema: “se tendría que dejar ayudar.”
En su intervención Ana María Salazar, especialista en Seguridad Nacional y columnista de El Financiero reiteró que la frase “Abrazos y no balazos”: “no es una estrategia para combatir la delincuencia y la violencia. Es un lema que representa el interés del presidente por buscar mecanismos no violentos para reducir la violencia en el país… Todo gobierno tiene una responsabilidad de proteger a la población, esa tiene que ser la prioridad”.
“Si uno analiza con detalle las propuestas, aún con la Guardia Nacional, yo no he visto una estrategia que pueda darnos el camino de reducir la violencia y acotar la capacidad bélica de las organizaciones delictivas para que no continúen ganando terreno en el país.” “Al mencionar: Abrazos no balazos, se invita a negociar. Pareciera que el gobierno está dispuesto a someterse a la demanda de los criminales. Es una frase terrible, es una invitación a las organizaciones criminales para buscar un control territorial y aprovechar la coyuntura de la formación de la Guardia Nacional para demostrar que el Estado está debilitado.”
"Justo por dejar abiertos esos espacios... los cárteles de drogas, traficantes de personas, Huachicol, extorsiones, secuestros, grupos armados también se están fortaleciendo." En cuando a la relación México-Estados Unidos en Seguridad Nacional, Ana María Salazar dijo que para Joe Biden: “su prioridad en este momento, es la frontera entre ambos países, que la violencia no vaya a transferirse, así como el tema migratorio más allá de los asuntos comerciales." Incluso puntualizó que en territorio estadounidense se vive una crisis de consumo de fentanilo muy peligrosa, que ha dejado miles de muertos" y que es un tema que también mantiene en alerta a la autoridad.
Por otra parte, indicó que: “Estados Unidos quiere prevenir el flujo de personas y México asegurar que estas organizaciones (criminales) no tengan control territorial, reducir su capacidad bélica. Sí hay cooperación, pero una desconfianza desde la detención del general Salvador Cienfuegos. Hay un enorme vacío de comunicación.”
Acerca del control territorial por parte del crimen organizado en el país advirtió que: “podría triplicarse” porque con la información que se tiene de las elecciones intermedias en donde hubo una gran participación del crimen, se va a traducir que estas organizaciones van a tratar de ejercer el control público en estas gobernanzas más allá del debate de cómo se controlan la violencia, las guerras intestinas y el impacto en la población o en las inversiones que podría haber en el país.”
También participó en el espacio de análisis, el consultor en seguridad pública, analista político gubernamental y columnista Eduardo Guerrero. Para conocer a detalle sus opiniones te recomendamos este video de Financiero Bloomberg.
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